Caso Real 🌟: Pedro y Carmen
Pedro y Carmen llevaban 14 años de matrimonio, tres hijos y muchas conversaciones pendientes sobre dinero. No porque no quisieran hablar, sino porque nunca les enseñaron cómo hacerlo, y de solo pensarlo entraban en modo defensivo.
Durante años, habían evitado el tema, cada uno con sus propias creencias y miedos, hasta que el silencio comenzó a pasar la cuenta.
Notaron que, aunque se querían, el dinero los estaba separando cada día más.
Entremos en contexto.
Antes…
Pedro es Gerente de Finanzas de una gran empresa. Para él, hablar de dinero era natural en su trabajo, pero en su familia de origen siempre había sido un tema prohibido. Su padre manejaba todo y su madre simplemente pedía dinero y confiaba en que todo estaba siempre bien.
Ahora, sentía frustración al no poder tener una conversación abierta con Carmen sobre sus finanzas familiares.
Quería ahorrar para emprender con su propia consultora y viajar con su familia sin endeudarse, pero sentía que Carmen gastaba sin control y que no lo apoyaba con sus ganas de emprender.
Por su edad, 43 años, él creía que le quedaba poco tiempo en la empresa y que no le sería fácil encontrar un nuevo trabajo, ya que se volvería "muy caro" para cualquier empresa, por lo que emprender se estaba volviendo un apuro a contra reloj, pero no podría hacerlo sin ahorros, con el alto nivel de estilo de vida que llevaban, lo que significaba que los gastos familiares mensuales eran bastante altos.
Carmen es Arquitecta y trabaja medio día en una inmobiliaria familiar. Creció en una familia de clase alta, pero con serios problemas financieros ocultos para el entorno. Para mantener la apariencia, se inventaban historias sobre viajes que nunca hicieron.
En vacaciones, su padre estacionaba el auto lejos de casa, cerraban las persianas y no salían por una semana, para que los vecinos creyeran que estaban de viaje. Por mientras, dentro de la casa, estudiaban sobre el lugar de las vacaciones ficticias y hasta justificaban la falta de fotos con que la cámara se rompió o se las robaron en el viaje de alguna forma curiosa.
Ahora, Carmen sentía la necesidad de comprar todo lo que nunca tuvo y no entendía por qué Pedro quería restringir los gastos si ambos trabajaban y podían permitírselo, pero tampoco se atrevía a hablar del tema con su marido, porque a ella le enseñaron que hablar de dinero era un tema incómodo que generaba peleas en la familia.
Pedro sentía que Carmen no lo apoyaba en su desarrollo profesional, que gastaba sin pensar, compraba todo sin mirar precios y no le importaba que él tuviera que trabajar más para pagar esos gustos, ya que con el sueldo de ella no alcanzaba para cubrir sus propios gastos.
Carmen, en cambio, sentía que Pedro quería llevarla de vuelta a la escasez de su infancia y no le importaba el dolor que le producía esto a ella con tal de él desarrollar su carrera. ¿Por qué quería privarla de lo que tanto soñó y que ahora, por fin, podía tener?
Durante…
La Transformación: De la Discusión a la Unión
En su primera sesión de asesoría financiera, la incomodidad era notoria, el aire se podía cortar con un cuchillo. Ambos medían cada palabra antes de decirla, como si estuvieran pisando cáscaras de huevo. Carmen defendía su derecho a disfrutar la vida, mientras que Pedro insistía en la necesidad de reducir gastos.
Estaban listos para la batalla, tensos y ansiosos.
Les expliqué en qué consistía la Mediación Financiera Familiar y que juntos podrían aprender herramientas para poder hablar de temas difíciles sin llegar a la discusión. Confieso que sentí sus miradas incrédulas.
Pero cuando les pedí que hablaran sobre sus antepasados y la relación que tuvieron con el dinero, se sorprendieron. Pensaban que vendrían a hablar de cifras, no de sus historias familiares. Sin embargo, ese cambio de enfoque fue clave.
Hablar de dinero los ponía a la defensiva, pero hablar de sus familias los relajó.
Por primera vez, en mucho tiempo, se escucharon con mucha atención, curiosidad y sin interrumpirse.
Poco a poco, en las sesiones, comenzaron a hablar sobre sus miedos más profundos. Pedro temía convertirse en su padre: un hombre ausente en su familia, que solo estaba para trabajar y proveer, y que cuando se quedó cesante a los 52 años, toda la vida de la familia se derrumbó.
Carmen, no quería volver a sentir la escasez de su infancia, donde la estabilidad financiera era solo una ilusión y tenía miedo de tener que repetir la historia con sus hijos.
Al preguntar por los hijos, Carmen se puso a llorar. No lo estaban pasando bien. El mayor de 13 años se estaba volviendo muy agresivo en el colegio y rebelde con ella. Los otros 2 chicos, estaban cada día más introvertidos y ya no querían jugar con sus amigos en el colegio, y en la casa solo veían televisión o peleaban a gritos y empujones. No se llevaban nada de bien como hermanos.
El dinero en la familia ya no era solo una cuestión de números, estaba afectando a todos.
Les sugerí que fueran claros con los niños, de acuerdo a su edad y madurez. Que les explicaran lo que estaba sucediendo y que estaban trabajando juntos para organizar los dineros familiares y así poder estar mejor como familia.
Al contarles a los hijos lo que pasaba y cómo se organizarían de ahora en adelante… los niños comenzaron a reírse nerviosos y confesaron que ellos pensaban que estaban quebrados financieramente, que se tendrían que cambiar de casa, que los sacarían del colegio y no volverían a ver a sus amigos. Fue un alivio para ellos saber que no existía un problema grave como imaginaban.
Un Nuevo Comienzo
Pedro comprendió el gran miedo que sentía Carmen a la escasez, entonces acordaron tener un buen fondo de emergencia antes de emprender.
Carmen, por otra parte, pudo ver que Pedro quería emprender para asegurarles un buen nivel de vida a toda la familia y no por ego propio. Ella propuso reducir algunos gastos y aumentar su carga de trabajo para tener capacidad de ahorrar. Los niños estaban más grandes y ahora podía volver a trabajar a tiempo completo.
Juntos diseñaron el mejor plan para ellos como familia.
Hicieron un presupuesto donde mantuvieron cosas que para ellos eran importantes, como una salida a comer al mes al restaurante favorito de toda la familia y eliminaron lo que no les aportaba tanto, cómo las vacaciones de invierno en la nieve, ya que ambos confesaron que no les gustaba esquiar (y ninguno le había contado antes al otro 😂).
También dejaron de contratar ayuda de una segunda persona para mantener la casa 3 días por semana, y les pidieron a los niños que ellos aportaran manteniendo el orden de sus habitaciones, más un trabajo extra en la casa de acuerdo a las edades de ellos.
Decidieron vender la casa en la playa para dejar de pagar costosas reparaciones y mantenciones. Con este dinero crearon el fondo de emergencia para que Carmen tuviera la tranquilidad de que no faltaría nada.
Ahora…
Ha pasado un año. Pedro sigue trabajando en la misma empresa, mientras está formando su emprendimento en paralelo. Carmen está muy orgullosa de ella misma, de la forma en que está administrando el dinero. Algunas veces se ha caído, pero son pocas y cada día menos.
Ella comenta que está feliz, que siente que está más unida a Pedro que nunca y que Pedro anda más cariñoso y atento con ella.
Los niños han mejorado mucho su comportamiento y están más tranquilos. Las peleas y los gritos están disminuyendo cada vez más.
Juntos, como familia, decidieron que cuando Pedro deje de trabajar para la empresa, antes de ir a trabajar 100% independiente, se tomarán una semana de vacaciones juntos e irán a la playa a desconectarse y celebrar el paso familiar, fuera del calendario de vacaciones escolares, lo que tiene a los niños muy emocionados. Carmen comenta que se tomarán fotos de verdad!!
Ahora el dinero no los separa, sino que los une como familia hacia un propósito claro.
¿Qué te pareció la tremenda transformación que lograron Pedro y Carmen? Por favor, déjame tu opinión en los comentarios, ya que seguramente, Pedro y Carmen también los lean.
Con cariño,
Jesu 😉
Disclaimer: Los nombres y algunos otros datos han sido modificados para mantener la privacidad de la familia. Ambos padres autorizaron la publicación de este contenido.